10 acciones para amamantar sin problemas

Por más cuentos que escuchemos, consejos que nos den o simplemente las ganas de hacerlo no lograremos alimentar a nuestros hijos de forma exclusiva con leche materna, por lo menos los primeros seis meses de vida. Hacerlo requiere de una preparación y una convicción, al menos en mujeres que como yo deben atender múltiples tareas, distintas a las vinculadas con la maternidad.
Se nos hace creer que por ser un hecho natural -y si que lo es- el amamantamiento será armonioso y sin problemas, la leche saldrá y no necesitaremos de nada más. Particularmente creo que no es así, las mujeres urbanas (que vivimos en grandes ciudades y estamos sujetas a dinámicas sociales complejas) y que hoy tenemos 20,30,40 años no hemos visto a nuestras madres, tías e incluso abuelas alimentar a sus hijos de forma natural; el patrón de consumo siempre ha sido el biberón o tetero y no la teta.
Lo normal es ver pañaleras repletas de dos o tres teteros, tetinas y chupones para calmar la ansiedad. Pocas veces vemos a una mujer con un pequeño bolso en el que solo mete pañales, protectores de pezones o almacenadores de leche. Lo normal entonces es alimentar con fórmula.
En los babyshower se regalan (y algunas embarazadas lo piden de antemano) esterilizadores, ollas para hervir el agua del bebé, teteros con diversas formas, pero nunca se piensa en un extractor o en una almohadilla para lactancia. Quienes atienden a las mujeres embarazadas pocas veces hablan de la lactancia como un hecho natural que garantiza protección al niño.
Por todo ello, la sensibilización de las madres debe comenzar desde que tiene 1 mes o dos meses de embarazo, es allí donde empieza el reto. L@s obstetras deben decirle a la nueva madre, junto con la confirmación del buen estado de salud del feto, que debe prepararse desde ya para amamantar. Pero finalmente es tu decisión, y es un compromiso serio, no debes dejarlo a la suerte pues se trata de la salud y crecimiento de tu hij@.
He aquí unas claves de lo que una mujer debe hacer una vez que sabe que dentro de sí tiene vida (y por supuesto una vez que ha decidido que amamantará):

1- Acudir a un centro de atención materna. Hay centros especializados en el país. Entre los que conozco en Caracas están Buennacer, AquaMater, Embarazarte y Leche y Miel, entre otros. En ellos se establece una rutina que te permitirá destinar un par de horas una vez a la semana solo para estar en contacto con tu bebé y además recibirás información sobre un parto humanizado y un amamantamiento feliz. Será tu apoyo psicólogico. Para quienes no tienen dinero para pagar uno de estos servicios, pueden contactar los grupos de apoyo para la madre y los hijos del Instituto de Nutrición o la Liga de la Leche Materna (Venezuela).

2- Buscar información confiable. No te dejes llevar por los mitos, las historias de otros o los prejuicios. Lee con cuidado y precaución la información sobre alimentación de lactantes, mucha teoría está hecha por empresas de fórmulas lácteas y también algunos informes pediátricos son financiados por estas empresas. Consulta las indicaciones y estudios científicos de la OMS, OPS y Unicef y también del Ministerio de Salud (Instituto Nacional de Nutrición) sobre la lactancia materna exclusiva.

3- No compres teteros, tetinas, esterilizadores o chupones. Si tomaste la decisión de amamantar tu hijo solo necesitará de tu pezón, por ello debes humectar tus senos varias veces al día para que no tengas estrías que puedan picar o doler y en consecuencia molestar durante el amamantamiento. Compra un buen extractor eléctrico (portátil, preferiblemente).

4- Garantiza tener a tu hijo en tu pecho en la primera hora de nacido. Habla con tu obstetra sobre tu decisión de amamantar en forma exclusiva y dile que para ello necesitas que el bebé esté en tus brazos antes de la primera hora de nacido (le darás el primer calostro y la succión de él ayudará a que tu vientre se limpie internamente). Aún cuando una mujer es intervenida por cesárea, puede amamantar después de que le tomen los puntos. Sólo en casos extremos (una madre recluida en terapia intensiva) no sería posible hacerlo y sin embargo se podría apelar a bancos de leche materna. Si el recién nacido presenta problemas de salud y debe ser separado de su madre, exige darle tu leche, para lo cual debes extraerla.

5- Pide que tu pareja te acompañe. Escoge una clínica en la que tu pareja presencie el parto y te acompañe (es ilegal que un centro de salud se niegue a ello. La Ley Contra la Violencia de la Mujer lo señala así en su capítulo sobre violencia obstétrica). La humanización del parto hace posible que la leche fluya, la madre se siente confiada, tranquila, segura. El padre puede velar por el hijo y la madre y estar atento a que el niño esté en los pechos de su mamá en la primera hora de nacido.

6- Garantiza intimidad y tranquilidad el día del nacimiento. Reserva el día del parto solo a un grupo restringido de personas muy cercanas a tí y a tu pareja. Avisa con antelación a tus amigos que prefieres que conozcan al bebé una vez que estés en la casa y no en la clínica u hospital. Los bebés quieren estar con su mamá y las madres necesitan tranquilidad para poder amamantar. La mamá y el papá necesitan establecer un nexo con el bebé al que acaban de ver a la cara por primera vez, tranquilizarlo, darle seguridad y sobre todo mucha leche. Si mamá está cansada, asustada, atendiendo visitas, estresada es posible que su leche tarde en salir e incluso es posible que el bebé no pueda succionar como es debido porque mami está pendiente de otras cosas.

7- Compra una cuna que pueda estar en tu cuarto. No le temas al colecho (el niño duerme cerca de su madre). El recién nacido necesita de tí en los primeros meses de nacido, sentir tu olor, tu respiración le da seguridad (es un esquema que él puede copiar y no ahogarse). Coloca la cuna al lado de tu cama (hay unas que venden que funcionan como una extensión y luego se convierten en una unidad). Prepárate con tu pareja para incluso dormir con él cuando se sienta fatigado y angustiado. Es un ser nuevo en este mundo de intranquilidad, ruidos, etc.

7- La leche materna es agua, prepárate para que sea lo único que le darás en los primeros seis meses. Documéntate para entender el por qué la leche materna es agua pura y limpia a la vez. Si entiendes racionalmente que la leche materna es un compuesto de alimentos que se administran como un menú (al mejor estilo agua, sopa y seco) no te angustiarás frente a los comentarios de aquellos que te dicen: ¡dale agua, pobrecito! Sabrás que la leche es alimento (sopa y seco) y agua (pura) a la vez. No darle agua permite que el niño aproveche todos los nutrientes y además no genera confusión frente a otra forma de administración del alimento.

8- Tu inmunidad es su herencia. Revisa tus historial de enfermedades y piensa en todos los virus y enfermedades que has logrado vencer. Esa carga de inmunizaciones es la mejor herencia que le darás a tu hij@ y se la pasarás automáticamente a través de tu leche materna, que a final de cuenta es tu sangre procesada. Lo estarás vacunando con tus victorias.

9- Prepárate para un look y apariencia ligera. Compra ropa ligera, sostenes de amamantar, protectores para los senos, almohadones de lactancia, koalas o sostenedores de tela. Todo te ayudará para estar cómoda a la hora de amamantar. Hay inventos que hacen esto mucho más divertido, ligh y sin complicaciones.

10- Deja la pena. Tu hijo necesitará que lo amamantes a cualquier hora en cualquier lugar. Es falso que debe ser cada dos o tres horas. Tu marcarás el tiempo en la medida que lo conozcas y según sus necesidades de alimentación. No te angusties porque "eso se ve feo", "está mal mostrar las tetas en el centro comercial", "lo vas al malcriar", "se te van a caer las lolas" "esa leche no lo sustenta". Desecha todas tus penas, prejuicios y mitos. La salud y la tranquilidad de tu hijo son suficientes razones para hacerlo. Amamanta feliz...


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